Que mejor manera de disfrutar una sesión de preboda, que con la familia al completo. Os presento a Jay, Kerry, Emylia y el pequeño de la casa Sebastian. Una entrañable familia con la que pasamos una maravillosa tarde de otoño, mientras se realizaba la sesión de preboda. Al fin y al cabo, lo más importante para obtener imágenes como estas, es que quien este al otro lado de la cámara se sienta cómodo y consiga olvidar que hay una persona haciéndoles fotos.  Con ellos aseguramos sonrisas sinceras y miradas que muestran el afecto y complicidad, sin artificios ni poses.

Desde aquí, mi pequeño rincón, agradecer a toda la familia la confianza depositada. Un fuerte abrazo familia.